Si solo pudiera soñar que
vuelves a estar una vez más
a mi lado, cerraría mis ojos
para ver esa bella ilusión.
...
Pero solo puedo soñar con tu ausencia,
con la falta que me haces,
con ese frió de tu partida,
solo puedo soñar que no estas.
...
Quiero soñar con tu calor,
pero solo sueño con el frió de tu adiós,
solo quiero soñar con tu sonrisa,
pero sueño viéndote marchar,
solo quiero soñar con tu voz,
pero sueño con tu silencio.
Un ejemplo perfecto del dolor que produce la ausencia. Y de la no aceptación aún de la marcha.
ResponderEliminarEs una situación muy difícil esa de querer soñar algo y soñar otra cosa que, encima, es lo contraria a lo que deseamos. Lo que te he dicho antes, hay que ser muy fuerte para aceptar una marcha que no queremos que se produzca y poder continuar nuestro camino en paz.
¿Sabes que me ha recordado este texto a la película Casper de 1995? Es una historia preciosa que además de divertida tiene frases inolvidable como la de los asuntos pendientes que impiden cruzar al otro lado cuando toca marcharse de este mundo. No sé si la habrás visto, pero es una buena opción para alguna tarde que tengas que pasar en casa.
Abre los ojos si lo que sueñas no es un sueño. Y repito lo de antes, no existe ninguna palabra que pueda dar consuelo a eso, es un trabajo personal y de voluntad superar estos escollos vitales que nos encontramos en nuestro camino.
Un abrazo guapísima. Que tengas una tarde llena de cosas bonitas y, hoy más que nunca, de sueños cumplidos ^_^.