jueves, 21 de agosto de 2014

Auto-sacrificio, mas vale una sonrisa en tu rostro que una lagrima en el otro

Estoy triste, con el alma herida y el corazón destrozado, pero aun sonrió para los demás, sonrió para que ellos sonrían, para no ver lagrimas en su rostro, para que ellos sean felices.

1 comentario:

  1. Es algo complejo lo que expones aquí, preciosa.

    Estoy de acuerdo que el sonreír cuando sólo sientes ganas y la necesidad de llorar es un autosacrificio en toda regla. Y a freír espárragos los moralistas que dicen que hay que sonreír a casa momento porque todo se contagia. Y un mundo de sonrisas tiene la llave para una vida más plena que uno de lágrimas. Pero las lágrimas son reales ¿no? Y el sol incluso aunque brilla siempre, no podemos verlo relucir todo el tiempo, tendríamos que movernos demasiado. Y lo mismo pasa con nosotros. No podemos brillar siempre. Recuerdo el comienzo de agosto, después de llevar casi diez meses brillando a gran nivel, haciendo cosas bonitas y sintiendo que eso que hacía me llenaba el tiempo y la vida. Y de repente, vienen las dudas, viene de nuevo una sensación de soledad en la que necesitas que alguien se te al menos una palabra, incluso un abrazo, pero quizá sea pedir demasiado. Una palabra, sentir algo de movimiento a tu alrededor para encontrar un sentido. Y encontré alguien diciendo "Solo se está mejor" y ya exploté. Y por unos días dejé de sonreír para que otros sonrieran y me encerré en mí mismo para volver a encontrarme. Hubo personas que me dieron las palabras que necesitaba sin que estuvieran al lado de mí necesariamente. Y eso ayudó a superar las heridas del alma.

    Por eso, mi niña, llora, los demás podrán superar dos o tres días sin tu sonrisa ni tu luz. La luz tiene que regenerarse también y volver a encontrar el sentido cuando después de tanto brillar, el sentido acaba por encenderse y evaporarse. He dicho muchas veces que uno no puede hacer feliz a nadie si no vive con cierta armonía y equilibrio. Un alma llena de heridas y tristeza, no puede dar luz a nadie. Y si ahora estás así, coge unos días de tiempo para volver a brillar. Sólo necesitas eso, aunque las heridas y el dolor, ahora mismo te digan que ese estado será permanente y palabras como las que yo te digo, no sean alivio y el pensamiento inmediato que lanza la mente nada más leerla es "pobre iluso, cuántas mentiras dice sin saber cómo me siento". Y tengo que darte la razón. Pero también decirte que dentro de un tiempo, volveremos a hablar y pensarás de otra manera. Ya verás como sí.

    Que tengas un día lleno de cosas bonitas y lo más tranquilo posible. Un abrazo grande guapísima y un hombro entero para llorar si lo precisas.

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